Las carreteras subterráneas mayas, algo verdaderamente impresionante…




Todos hemos escuchado hablar de la magnificencia de los mayas y sus enormes alcances científicos, pero pocos hemos tenido la oportunidad de saber de este tema que sobrepasa la idea de lo posible, carreteras subterráneas de miles de años..

Pompilio Ortega, celebre recopilador del folclor hondureño escribió en su libro “Patrios Lares” una historia que dice lo siguiente:

“Es cosa conocida por muchos que el subsuelo de nuestro país encierra muchos secretos, además de las ruinas de grandes tramos de caminos subterráneos, muchos de ellos, en perfecto estado, lo que además de demostrar un conocimiento científico de ingeniería, se presta a variadas conjeturas”.

“De San Antonio de Cortés, o Talpetate, hay un tramo de carretera que pasa por debajo de ríos caudalosos y continúa hasta Santa Bárbara, en la misma dirección que lleva otro que se abre en la famosa cueva de Pencaligue”.

“En el departamento de Yoro hay una cueva, la que se asegura tiene leguas de larga; alguien ha dicho que los antiguos pobladores de estas tierras, los mayas, se comunicaban por subterráneo, porque encontraron más fácil la conservación de sus caminos en esta forma, pues, casi se ha podido probar que la cueva de Pencaligue se comunicaba con Copán; que de las ruinas de Tenampúa principia otra carretera que cruza la cordillera de Comayagua para venir a abrirse en el valle de Chapulistagua o de El Oro, donde hay vestigios de una gran población y así otras”.

Según el relato de Don Pompilio, el profesor Constantino Mejía Moreno, había logrado caminar por dichos caminos y aseguraba que todas esas cuevas o caminos subterráneos eran lugares donde se reunía la población maya…

Llama a la curiosidad que un hombre tan serio como Don Pompilio dedicara espacio a estos relatos y procedimos a investigar un poco sobre el tema y encontramos que las cuevas de Pencaligue tienen dimensiones impresionantes

Cuevas de Pencaligue
Foto de Jose Amilcar Bautista Gomez https://flic.kr/p/4sX5Xx

Las cuevas de Pencaligue, que en lengua lenca significa cerro de piedras huecas, se localizan en el municipio de Atima, Santa Bárbara, hasta donde se llega atravesando las comunidades de San Vicente, Macholoa y San Nicolás.

Interesante es saber que un río es tragado por esta enorme cueva, recorriendo subterráneamente la montaña hasta resurgir en el municipio de San Luis, detalle que se adapta a lo comentado por Don Pompilio Ortega de que bajo tierra se pueden atravesar montañas.

Por otro lado en Comayagua se encuentra Tenanpúa, un sitio arqueológico muy poco conocido por la mayoría y donde el Arqueólogo Ricardo Agurcia nos mostró que se trataba de una ciudad fortificada y localizada en el tope de una montaña a diferencia de las demás ciudades precolombinas que usualmente se localizaban en valles.

Al tope de la montaña se encuentra Tenanpúa

Es impresionante que al comenzar a subir se aprecia a lo lejos lo que parece ser el contorno natural de la montaña, pero al acercarse uno se percata que son muros elaborados con piedra sin mezcla, una enorme longitud que deja impresionado a cualquiera, vale mencionar que para llegar a la cúspide solamente existe un camino por el cual los pobladores de Tenanpúa podían identificar a cualquier intruso que quisiera infiltrarse y así repelerlo.

Restos de viviendas y un campo de fútbol se encuentra en la cúspide

 

Paso a paso, se aprecia en el piso una serie de pedazos de cerámica, se ven restos de lo que fueron edificios y residencias, pero lo más sorprendente es la existencia de un campo de fútbol muy similar al que existe en Copán pero con dimensiones menores y que en su momento el Señor Agurcia nos comentó era el que se encontraba más al sur del mundo Maya.

No sabemos adonde quedan las cuevas a las que Don Pompilio se refería que desde Tenanpúa atraviezan la montaña de Comayagua, pero si nos hemos dado cuenta que varios de los accidentes mencionados en “Patrios Lares” son reales y alrededor de ellos se tejen muchas historias.

La imaginación se queda corta para visualizar el impacto que tendría en la humanidad la comprobación de lo expresado por Don Pompilio Ortega, sería una joya más en la extensa gama de alcances que nuestros antepasados dejaron para la posteridad, una cultura sin precedentes en todo el continente que demuestra que en nuestra sangre corre talento y en nuestras mentes una inteligencia inmensurable.

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>