Oime Guillermo, ¿Valió la pena?

Cantarle a lo que casi nadie le canta y pensar en las tantas cosas simples que nos rodean, valorar lo que nadie nos puede quitar, eso que todo mundo desprecia; tantas cosas que hiciste y dijiste Guillermo que te pregunto si valieron la pena…

Nos hablaste de Vos así como hablan los amigos y dejaste a un lado “lo exótico y refinado” del Tú que no nos pertenece pero que muchos se afanan en usarlo sin manejarlo; de Vos, sí y así te entendimos todos y también repetimos con vos lo que nos gusta y extrañamos, ¿pero valió la pena Guillermo?

Con tu música uniste el ritmo de la cultura de personas que a pesar de vivir junto a otras de color de piel diferente no habían encontrado la fórmula para que al unisono cantáramos juntos canciones que nos identifican a todos por igual, lo lograste Guillermo, ¿pero valió la pena?

No te andabas con papadas y llamabas a las cosas como las conocemos en la calle, en la pulpería o en la trucha, revolviste el estomago de millones con una enorme cuota de nostalgia, pensando en el terror de pasar por la aduana donde la mantequilla, las montucas y el chipilín pudieron pasar a mejor vida; nos recordaste que lo nuestro es lo más delicioso que el paladar puede soñar a pesar de vivir en el extranjero disfrutando de sueños que en su mayoría son pesadillas vestidas de oro, eso hiciste Guillermo, ¿pero valió la pena?

Nos enseñaste que esas montañas y selvas que nos rodean valen más que sendas avenidas de concreto y edificios de cristal, que una flor en su sencillez es más bella que cualquier cosa que el hombre pudiera crear, lo simple que nos rodea, las cosas bellas de la naturaleza que valen la pena conocer y valorar pero que por el afán de buscar “el progreso” desechamos y vemos de menos, nos enseñaste la diferencia, ¿pero valió la pena Guillermo?

Hermano, le cantaste a las cosas que son gratis, de esas que no se pagan con millones de calales, le cantaste al sol, la luna, las olas y a las tardes de mar; ¿qué más se puede pedir para hacerlo perfecto más que la compañía de esa persona que amás?, bien dijiste, solo es dejarse querer, querer lo tuyo, lo que el mismo Dios te dio, pero decime Guillermo, ¿valió la pena?

Le cantaste a tu país, ese país que para millones es desconocido aunque vivan en el, ese país del que todos reniegan y donde señalar es el pan de cada día y donde “los que saben y conocen la realidad” se empeñan en destruirlo dentro y fuera de nuestras tierras, ¿será que eras un soñador o alguien que tenía el privilegio de ver lo que los ciegos del alma no pueden?, bien dijiste que para querer a Honduras tu corazón no alcanzaba, eso creías vos, ¿pero valió la pena Guillermo?

Hoy ya navegaste y millones expresaron pesar por tu partida y otros también cantan tus canciones, pero muchos de ellos aun no entienden que vos en realidad no cantabas ni recitabas poesías, nunca entendieron que lo que querías era enseñarnos a amar esta tierra y luchar por ella…

Nunca entendieron que cuando se siente amor por algo no se necesita denigrarlo tal como los que dicen amarla pero que la patean con orgullo todos los días, vos nos enseñaste todo lo contrario, es necesario enaltecer a quien amás, es necesario conocer sus defectos para trabajar en ellos pero sin que eso sea excusa para maltratarla y humillarla…

Así como decías, todo es de darle play a la esperanza y a la alegría, más claro no podías haberlo dicho, vos también podes mover una montaña con la fuerza de tu fe, lo dijiste y repetiste, ¡pero decime Guillermo si valió la pena por favor!

 

Pregunto tanto lo mismo, cuando respondiste desde hace tiempo, del afecto y la bondad seamos la llama, con respeto y con amor cambia el panorama, así es hermano, valió la pena que al menos una sola persona haya entendido tu mensaje, que haya entendido que fuiste un ángel que vino a decirnos de todo lo bueno que somos y de lo bello que tenemos, un ángel que partió al segundo paraíso de su existencia después de haber vivido en Honduras, gracias Guillermo, todo lo tuyo valió la pena y seguirá valiéndolo hasta que el último que no lo haya entendido crea que si se puede lograr un cambio amando a esta tierra y a nuestra gente.

 

Nos reímos diciendo eramos un par de locos enamorados de Honduras, la foto es la que te gustó en una Tarde de Mar…

 

 

14 Pensamientos

  1. Jesus Alexander Cerrato 9 agosto, 2016
  2. JOAQUIN BALDEMAR aLVARADO 9 agosto, 2016
  3. JUAN CARLOS HERNANDEZ/ EL SALVADOR 10 agosto, 2016
  4. Paul Velasquez 15 agosto, 2016