Tratar de visualizar el número de Guaras Rojas que surcaban los cielos en el tiempo de los antiguos mayas es un reto para la imaginación, una idea que por muchos años era un simple recuerdo hoy vuelve a cobrar vida al ver que los cielos de Honduras son el escenario para el vuelo libre de la hermosa Guacamaya Roja, algo que llena de orgullo a todo un país.
La guacamayas y los quetzales eran las aves sagradas de los mayas
Solo basta con ver las esculturas que nuestros antepasados dejaron para saber la importancia que la Guacamaya Roja tenía para ellos, ave sagrada que con las décadas y debido a su enorme belleza fue objeto de la caza inmisericorde que llevó a diezmar su población y le llevó a ser un “objeto de colección” al punto que la mayor parte de los hondureños les conocieron solo dentro de jaulas o con las alas cortadas para evitar que volaran, una tragedia que afortunadamente ha dado un giro de 180°.
Iniciativas de conservación de la guacamaya roja
Desde hace décadas las leyes hondureñas prohibieron la captura, tráfico y tenencia de las Guacamayas Rojas, leyes que de forma eventual lograban disuadir a los criminales, pese a que la práctica de caza y captura continuaba, nuestra ave nacional se resistía a desaparecer y siempre era posible encontrar colonias en libertad, claro, en los sitios donde el hombre tenía dificultades para seguirlas, es decir que su hábitat era cada día más reducido.
Ante tal panorama, en 1996 se inició en el “Centro de Conservación de Vida Silvestre en Zacate Grande” el proyecto de rescate de la Guacamaya Roja, el que inició con cuatro parejas de aves que fueron recuperadas de las manos de comerciantes ilegales cuando eran apenas polluelos, con los años esta iniciativa logró que en ambientes controlados se reprodujeran aves las que posteriormente fueron liberadas poco a poco, siguiendo procesos científicos y anillandolas para poder obtener información elemental para sostener su reproducción.
El éxito del programa del “Centro de Conservación de Vida Silvestre en Zacate Grande” de Corporación Dinant ha sido enorme al punto que las aves nacidas en cautiverio hoy se ha reportado vuelan libremente por los cielos de Honduras, El Salvador y Nicaragua.
Volando en sobre los manglares del Golfo de Fonseca
Al otro extremo del país y en el 2011 nació otro proyecto que pretendía que la Guacamaya Roja recuperara los cielos de Copán, fue así que la Asociación Copán y Macaw Mountain se unieron y paso a paso lograron que decenas de aves se reprodujeran en ambientes controlados procediendo después a realizar la liberación.
Guacamayas en Copán - Foto de Martha Roberts
A la fecha es un enorme placer poder ver que los objetivos del proyecto son toda una realidad ya que al solo poner pie en el Parque Arqueológico de Copán, se comienza a escuchar el sonido de las guaras, se les ve volando de un lado a otro y a kilómetros de distancia sobre la montaña llegan volando a compartir el desayuno con los huéspedes de la Hacienda San Lucas.
Foto de Mark Karry Randall
Por todos lados se les puede ver volando en libertad, todo como resultado del trabajo de iniciativas privadas que junto a la nueva conciencia de la población en relación al trato que las guaras, pueblos, ciudades, parques, montañas y costas son de nuevo su reino, el reino de la Guacamaya Roja se encuentra en Honduras, orgullo de los hondureños.
Guaras en libertad en el Parque Nacional Punta Izopo - Foto de Sergio Rodríguez