El mundo es cada vez más pequeño para la vida salvaje, cientos de razones reducen considerablemente el hábitat de especies que ven comprometidos sus territorios a causa del hombre y de las consecuencias de su comportamiento. El Jaguar, parte de las culturas precolombinas de nuestro país es sin duda un luchador que a pesar del abuso del hombre ha logrado sobrevivir.
Jaguar en Honduras - Foto de Oscar H. Solís
El Jaguar, el félido más grande de América
El Jaguar es el félido más grande de todo el continente americano, y su presencia en Honduras es milenaria donde sus territorios iniciales abarcaban la totalidad de la nuestra plataforma continental; los registros de su presencia datan de miles de años ya que los mayas y otras culturas precolombinas dejaron evidencia de ello, fiera que era considerada como un mediador entre el mundo de los vivos y los muertos, y que se ve representada en cientos de motivos esculpidos e historias al respecto.
Jugador de pelota Maya con apariencia de jaguar - Parque arqueológico de Copán
¡Continúa vivo en Honduras!
El Jaguar ha perdido la batalla en países como El Salvador y Uruguay donde ya es extinto, y en el caso específico de Honduras se cree que ya no habita la zona sur en donde por mucho tiempo se advertía de su presencia; siempre la misma razón, el hombre, sus hábitos y mucha ignorancia, es así que el Jaguar ahora se concentra en los parques nacionales en donde cuenta con un aliado solidario y es el proyecto Programa Jaguar - Panthera Honduras el cual se ha dado a la tarea de protegerlos y de documentar sus hábitos y territorios, teniendo como meta lograr crear un corredor por el cual los jaguares se trasladen a través del país permitiéndoles realizar sus travesías en Centroamérica.
Pero no todas son malas noticias ya que se ha registrado la presencia de jaguares por medio de cámaras estacionarias en muchos de los parques nacionales, incluso en algunos de pequeña extensión como el Jeannette Kawas, además de todo el corredor de parques localizados al norte de la república y que abarcan desde Atlántida hasta Gracias a Dios.
Todos tenemos el deber de protegerlos, y no es necesario ir a las selvas para hacerlo, simplemente con cuidar el medio ambiente, denunciar la caza ilegal y apreciar su existencia es punto de partida de un cambio de actitud que salva vidas y no solo la del hermoso Jaguar, de la raza humana también.
Esta bien escrito el articulo, felicidades al autor y gracias por apoyar el esfuerzo para salvar al felino mas grande de América. Saludos.
gracias a ustedes por su enorme labor, saludos