Los burros de Comayagua, no son casualidad…

Los amigos de Comayagua aceptan con tranquilidad la expresión que les identifica como “Los Burros de Comayagua”, frase que muchos atribuyen a la antigua abundancia de dicho animal en las tierras de esa ciudad y en áreas vecinas, un mote que también puede ser originado por una historia un poco más elaborada…

Primero debemos recordar que los caballos ni los burros eran conocidos en América cuando los europeos vinieron por nuestras tierras, de hecho nuestros antepasados huían despavoridos al ver jinetes sobre los caballos, escenas que resultaban dantescas y demoníacas e imposibles de interpretar por nuestros antepasados y siendo honestos cualquiera de nosotros también se hubiera asustado.

Fray Juan de Zumarraga

 

Antes de la llegada de los españoles, las cargas era transportadas por personas “a puro lomo” como diríamos en estos tiempos, esa práctica fue observada por el obispo Fray Juan de Zumárraga quien se encontraba en la Nueva España, un territorio inicialmente localizado en Yucatán y que Cortés le llamó así por su similitud con su madre patria; pues resulta que en 1533 el obispo conmovido por la dura tarea de los lugareños importó Burros de Castilla siendo este el primer registro de esas bestias de carga en Nueva España.

 

 

 

 

Ante la necesidad de burros la importación continuó y fue así como comenzaron a llegar burros de forma sistemática a las principales ciudades de los españoles, un bien sumamente valioso que debía ser controlado y administrado con propiedad.

Centro de Comayagua
Foto de María Esther Bendaña

Es así que Comayagua se convirtió en el centro logístico donde los burros importados por los españoles eran “depositados” previo a su distribución en otros dominios españoles, de tal forma que la gente de otros sitios al referirse a Comayagua decían “La ciudad de los burros” no como un término despectivo, mas bien como una asociación lógica en aquel entonces, y fue de esa forma que la frase se adhirió a Comayagua, una frase que hasta hoy permanece e identifica a los pobladores de la Ciudad Colonial de Honduras.

Pronto los españoles buscaron otros lugares más distantes para “almacenar” los burros y uno de esos sitios es Somoto en Nicaragua, ciudad que también se le conoce como la ciudad de los burros por las mismas razones que Comayagua y donde curiosamente el pedigrí de las bestias de carga se remonta a Comayagua.

Un mote que se vio acentuado con la reproducción natural de los burros los que con el tiempo abundaron en la zona de tal forma que también contribuyeron con su gran numero a reafirmar la frase …

 

Foto de portada de Taringa http://bit.ly/1LfuzaZ

 

7 Pensamientos

  1. Roberto Ruiz G. 14 julio, 2015
  2. Wilson 21 octubre, 2015
  3. Wilson 21 octubre, 2015
  4. Rvl comayagua 19 agosto, 2016
  5. siguatepequense 19 agosto, 2016
  6. M. Orellana 20 agosto, 2016
  7. Maria Emilia 21 agosto, 2016