Luna Jaguar, aguas termales fuera de serie, experiencia única…

En estos andares por Honduras he tenido la suerte de conocer diferentes sitios de aguas termales en nuestro país y si me piden escoger cuales son los mejores con toda seguridad les diré que son los de Occidente, Gracias y Copán Ruinas, en ambos lugares existen todas las facilidades necesarias para que el visitante se sienta cómodo y en términos generales difieren por completo ya que en Gracias la visión de los desarrolladores fue que las personas pudieran sumergirse en piscinas en cambio lo de Copán Ruinas es toda una experiencia subliminal donde cada espacio está profundamente pensado, una experiencia que viví con mis colegas de #LaMarimba en nuestra expedición #NosVamosPaCopán.

Un aproximado entre 30 y 40 minutos es lo que tiene que viajar desde Copán Ruinas para llegar a Luna Jaguar, un sitio donde al solo ingresar usted ya comienza a sentirse bien; desde la entrada se divisan las piscinas lo que por un momento le hace pensar que se trata del mismo concepto de Gracias, lo que hasta ese momento no deja de ser algo agradable.

La primera impresión ya es agradable, pero lo que viene después...

La primera impresión ya es agradable, pero lo que viene después…

Una vez pasa por un lado de las piscinas una serie de caminos le van orientando hacia la montaña a una aventura inimaginable que comienza con el cruce de un puente hamaca donde a muchos les tiemblan las piernas con la sensación que se siente al cruzar de forma bamboleante sobre un caudaloso río.

Vencer el miedo es el principio de la experiencia

Vencer el miedo es el principio de la experiencia

Una vez se ha comenzado a disfrutar de la adrenalina, la ruta continúa pasando por un túnel oscuro que desciende del nivel del terreno y donde piedras con calaveras son las paredes laterales que le rodean, esto porque en dicho lugar se baja al inframundo de los mayas, parte de sus creencias desde la antigüedad; pronto se encontrará con una serie de caminos ascendentes y de inmediato ingresará a un ambiente selvático donde el arrullo permanente de la caída del agua le hará sentir en un sitio mágico de la tierra Maya, en el trayecto una serie de pilas de piedra donde podrá ir haciendo pausas de descanso, sabiendo en carne propia que en la medida que asciende, la temperatura del agua va ascendiendo también.

una serie de caminos bien delimitados le van orientando en la ruta ascendente

una serie de caminos bien delimitados le van orientando en la ruta ascendente

Algo que se me había olvidado contarles es que no es del todo necesario que a esta altura del recorrido ya se haya puesto su traje de baño ya que en el trayecto existen servicios sanitarios con espacio de cambiador, todo fríamente calculado para personas olvidadizas como su servidor.

Paso a paso y sin meterse al agua, el vapor se va haciendo más intenso y espeso, la razón, se está acercando a los nacientes de agua que están a 94°C y que de forma contingencial se unen con nacientes de agua fría de montaña, en medio de las nubes de vapor ya se divisa un sitio que resulta increíble que esté ahí.

Poco a poco el vapor se va haciendo más espeso y arriba se divisa un sitio fenomenal

Poco a poco el vapor se va haciendo más espeso y arriba se divisa un sitio fenomenal

Se trata de una estructura de madera que combinada con bases de piedra con motivos mayas sirve como SPA y donde el vapor de la parte más caliente de las cascadas inunda todo el sitio.

Todo parece un lugar mágico entre el vapor y el interminable sonido de la caída de agua

Todo parece un lugar mágico entre el vapor y el interminable sonido de la caída de agua

Justo en la estructura, en el primer nivel podrá observar el recorrido que ha hecho y en el segundo nivel es donde le hacen los masajes que le dejarán como nuevo.

Hasta ese momento usted ya podrá haberse dado el gusto de bañar en las “sanadoras” aguas termales, podrá haberse cubierto la cara con lodos cargados con azufre, piel y cuerpo muy agradecidos por la visita a Luna Jaguar, pero el broche de oro es que al caer la noche, el personal calificado del sitio va encendiendo fogatas y velas como límite de las veredas de paso, un ambiente totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados a vivir, una paz y sensación de seguridad únicas, un espíritu en conexión con el entorno que solo nos hace imaginar como nuestros antepasados mayas pudieron haberse sentido en esta tierra mágica hondureña.

el tiempo se va volando y nadie quiere salirse del agua

el tiempo se va volando y nadie quiere salirse del agua