Para variar y como dicen en el medio periodístico de habla inglesa, “Good News, No News”, “Las buenas noticias, no son noticias”, una realidad que tiene como consecuencia que se resalte lo malo porque lo bueno “NO vende”, es mediante ese criterio que vemos plagados nuestros medios de comunicación de sangre, corrupción y otros males, además de presentar, y bien hecho por cierto, a aquellos funcionarios públicos que no hacen bien su trabajo y que hacen cosas en contra de la naturaleza de su labor, el problema de todo esto es que al solo recibir este tipo de información negativa creamos estereotipos para una mayoría en base las acciones que realizan unos pocos, un buen ejemplo de la creación de estereotipos son los policías, servidores públicos de quienes la mayoría tiene fija la idea de que son corruptos y quien sabe que otras “virtudes”, y claro, el mejor ejemplo de estereotipos es la propia Honduras, un país reconocido mundialmente como corrupto, violento y donde no existen principios, estereotipo que cubre a TODOS por igual, sin importar que la enorme mayoría sean ciudadanos ejemplares, un estereotipo que le incluye a usted, a su santa madre y a sus inocentes hijos, al final son hondureños, no valen nada, son corruptos, violentos, sin escrúpulos ni principios, esa es la realidad para el mundo aunque a usted no le guste, producto de un estereotipo que los medios alimentan y usted de forma compulsiva repite y repite, al final cuando le toque salir del país y suceda un crimen, tenga por seguro que usted será el primer sospechoso solo por ser hondureño, si se hace una búsqueda de droga en una aduana, usted y sus hijos serán parte de los primeros de la fila para la revisión solo porque son hondureños, historias de estereotipos que otras naciones han sufrido y han pagado con sangre, pero que ellos finalmente han entendido que solo combatiendo lo malo con lo bueno es posible salir de ese encasillado mental que nos destruye como personas honorables y de bien.
Una enorme enseñanza de este tipo de situaciones ha sido compartida en las redes sociales por Laura Giselle Burgos quien fue testigo y participe de un evento que desnuda lo previamente expresado en esta nota…
Su testimonio es el siguiente:
“El día de hoy fui testigo de un gran gesto de servicio y amor al prójimo:
Un niño y un señor se acercaron a pedir dinero en un restaurante en Cortés. Nadie les extendió un poco de efectivo, inclusive yo misma no lo hice, pero al llegar ellos donde un policía, él les dijo con autoridad: “Siéntense ahí” y ellos dudosos no sabían qué hacer y cuando observaron que el policía pedía comidas para ellos inmediatamente sus rostros cambiaron a un rostro de felicidad.
Con pequeños gestos podemos hacer mucho por alguien y por los que más necesitan.
¡Qué bello gesto! No pude evitar pedir una fotografía al SEÑOR POLICÍA.
¿Y saben? No todos los policías son iguales… En Honduras hay policías buenos como este. Un aplauso para este hombre y aprendamos de esta lección”….
Estamos seguros que así como el Señor Policía de esta historia existen miles más como él, servidores públicos que no publican en las redes sociales las acciones que ademas de dignificarles como seres humanos, exceden el límite de sus obligaciones, trabajo que si bien es remunerado no es pago suficiente para ofrendar su vida por desconocidos para ellos y que somos el pueblo.
Esta nota esperamos sirva para todos, para darnos cuenta del daño que nos hacemos nosotros mismos al encasillar a todo un pueblo bajo la sombrilla de lo malo que hacen pocos…
Gracias Laura Giselle Burgos, gracias Señor Policía, por esta enorme lección
me siento conmovido
Excelente persona, con un gran valor humano, siempre habla de sus raíces y de lo difícil que le fue salir adelante, con este acto solo muestra de lo q está hecho.
Saludos Comisionado Miguel Ponce.